AROMATERAPIA
Aunque muchas veces no le prestamos gran atención, el sentido del olfato es particularmente poderoso; está conectado directamente al sistema límbico, la parte del cerebro humano que controla las emociones.
La AROMATERAPIA, no es únicamente el uso de los aromas u olores sino que más bien se fundamenta en el uso de Aceites Esenciales. Estos son esencias aromáticas sumamente concentradas que se extraen de las flores, hojas, raíces o ramas de numerosas plantas. Estos aceites contienen una gran variedad de sustancias que poseen propiedades útiles para combatir bacterias, virus y hongos. También contienen hormonas, y numerosos nutrientes.
Las propiedades terapéuticas de los aceites esenciales se conocen desde la antigüedad: en la India y Egipto se utilizaban aceites aromáticos como medicina, al igual que para el masaje y los baños. Los griegos y romanos también empleaban aceites aromáticos para sanar heridas, lubricar la piel, repeler insectos, purificar el aire, y embalsamar cadáveres.
Los aceites esenciales puros son aquellos que se obtienen por medio de la destilación al vapor, método que recoge de forma muy eficiente los diversos componentes de la planta.
Los aceites para Aromaterapia pueden utilizarse mediante un difusor o crisol, en la bañera, en puntos cercanos a la nariz o en zonas de dolencias específicas.